Desbordado el vaso
se desparramaron sus manías
quedó libre al fin
podía acumular de nuevo
caprichos sin valor
saberes ardientes
rebajados con vinagres pomposos
el cinturón de asteroides
no le enseñó su norte,
prefirió el lánguido palmeral
de altas ideas
sacados de libros de bolsillo
a céntimo sobre el carro
la clientela discutió
sobre dragones moribundos
del huerto de Nietzsche y Sócrates
las mujeres pasaron sin rosas
mirando portadas musculosas
sobre sofás imaginarios
la feria acabó ansiosa
otro año estrenarán nuevas luminarias.